
El hardware del equipo no lo desmerece en absoluto, ya que su procesador Qualcomm a 528 MHZ, la pantalla táctil de 3,2 pulgadas, la cámara de 5 megapixeles con autofocus, el receptor GPS y las miles de opciones de comunicación lo convertían en una buena opción dentro de su segmento.
Sin embargo, el sistema operativo elegido, Windows Mobile 6.1, dan al traste con todas las expectativas que cualquier usuario medio habría podido depositar en este móvil. Desde el arranque hasta la navegación o uso de aplicaciones parece volverse eterna y nos recuerda en exceso al sistema operativo de nuestro PC.
Un móvil es un dispositivo que nada tiene que ver con un PC, y como tal el sistema operativo debe estar diseñado con unas metas y fines diferentes, algo que no se consigue con Windows Mobile.
Tal vez una actualización a Windows Mobile 6.5 pueda ser la solución, si bien para aquellos que hayamos usado en alguna ocasión un iPhone mucho me temo que este terminal tiene muy difícil igualarlo y podría ocupar demasiado pronto un lugar en nuestra estantería de móviles desfasados.
Esperemos que Android sea la solución para HTC. Y tal vez ahora que Vodafone comenzará a comercializar el HTC Nexus One podamos disfrutar de una alternativa realista al iPhone.